miércoles, 15 de junio de 2016


Paula Garcia Vaquero 4a
                  La Guerra Anglo-Española

La guerra anglo-española fue un conflicto bélico librado entre la Commonwealth de Inglaterra bajo El Protectorado de Oliver Cromwell y España bajo el reinado de Felipe IV, motivado por la rivalidad comercial entre ambos países en las Indias Occidentales. 
Los privilegios de exclusividad que España mantenía sobre el comercio y la navegación en las Indias desde la época de su descubrimiento, y los ataques a los navíos contrabandistas ingleses en la zona, considerados como contrabandistas por las autoridades españolas, fueron considerados por Inglaterra como injustos y contrarios a su propia libertad comercial.
Entre los enfrentamientos habidos entre ambas partes en el transcurso de la guerra, destacaron el ataque fallido de la flota inglesa a La Española en abril de 1655, la toma de Jamaica al mes siguiente y la captura o destrucción de la flota de Indias española en Cádiz (1656)y en Tenerife (1657). Este mismo año, Inglaterra firmó una alianza militar con Francia, que también se encontraba en guerra contra España desde 1635, lo que permitió el ataque conjunto de las tropas de ambos países a las fuerzas españolas en Flandes en la batalla de las Dunas de 1658.

                                                                     España

La crisis de 1640, bajo el reinado de Felipe IV y el gobierno del conde-duque de Olivares, vino a sumarse al proceso de la decadencia española que desde los tiempos de Felipe III venía arrastrando el país. La guerra de Flandes y la guerra de los Treinta Años habían terminado mal para los españoles, con la firma de la Paz de Westfalia de 1648, pero seguían abiertos varios frentes de guerra, tanto en la península como en las colonias y en Europa: los levantamientos independentistas ocurridos en Cataluña (1640), Andalucía (1641), Sicilia (1646–1652) y Nápoles (1647–1648) vinieron a sumarse a la guerra con la Francia, la independencia de Portugal y los ataques de piratas y corsarios ingleses y holandeses a las colonias.
Los gastos económicos de tanta guerra y la disminución de los ingresos que la flota de Indias traía desde América, importante fuente de financiación del estado, dejaron la hacienda pública en la ruina.
 El estado declaró la suspensión de pagos a sus acreedores extranjeros en 1607, 1627 y 1647, debiendo recurrir a renegociaciones de la deuda externa y arbitrarias subidas de impuestos. La expulsión de los moriscos de 1609, las bajas habidas durante las guerras y las graves epidemias provocaron una disminución en la población española que también afectaría negativamente a la economía.

                                                            Inglaterra

Desde 1640 los reinos de Inglaterra, Escocia e Irlanda, ambos bajo el reinado de Carlos I, atravesaban por una etapa plagada de conflictos políticos, religiosos y bélicos: la Revolución inglesa. La guerra de los obispos de 1639–1640 en la que Carlos I se enfrentó a los controversia de los escoceses por motivos religiosos abonó el terreno para las Guerras de los Tres Reinos, en las que se entremezclaron las guerras civiles en todo el territorio de las islas británicas.
 En 1642 estalló la guerra civil inglesa, que enfrentó a los adeptos a la monarquía absolutista de Carlos I contra los parlamentaristas partidarios del Parlamento de Inglaterra.
En 1649 Carlos I fue ejecutado y se instauró la república, conocida como la Commonwealth de Inglaterra. El nuevo rey Carlos II fue derrotado por las fuerzas de Cromwell en la batalla de Worcester de 1651, viéndose obligado al exilio.

                                    Toma de Jamaica


Tras el fallido ataque contra La Española, la expedición marchó contra la vecina isla de Jamaica, adonde arribaron el 11 de mayo. Ante las propuestas de rendición hechas por el almirante Penn, los escasos españoles presentes en Santiago de la Vega, comandados por el gobernador Cristóbal de  Isais en 1656, se retiraron hacia el interior de la isla, destruyendo tras de sí sus propias instalaciones. Penn y Venables, en abierta discordia, volvieron a Inglaterra cada uno por su lado, donde fueron imputados por abandono de su puesto.

                                   Destrucción de la flota Española en Cádiz 

En junio de 1655 el almirante inglés Robert Blake recibió órdenes de Cromwell para capturar la flota de Indias que por esas fechas debería llegar a Cádiz. Durante todo el verano Blake, al mando de una armada de 28 navíos, se mantuvo bloqueando la entrada al estrecho de Gibraltar, aprovisionándose en Lisboa. Advertida de la amenaza inglesa, la flota española invernó en el Caribe; el 6 de octubre Blake debió regresar a Inglaterra sin haber establecido contacto con ella.


 Enlace: 
Destrucción de la flota Española en Cádiz: https://www.youtube.com/watch?v=ZgH4x-GBYDI



















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